Un día al más puro invierno en mi tierra, con el cielo completamente gris, los cristales empañados por la diferencia de temperatura entre mi casa y la calle...Paso la mano por el cristal, y miro la tormenta...Me encanta ver llover!!! sobre todo cuando no estoy en la calle paragüas en mano, con los coches salpicando a su paso...
Con mi taza de café recién exo entro a SL, y aquí tb amanece, un día tranquilo... como mamá gallina, repaso a mis "polluelos", y salgo en silencio...para dejarles que sigan durmiendo. Sin razón concreta, hoy, me siento increiblemente bien...será que algunas veces sonreir sólo depende de tener ganas de hacerlo.
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