domingo, 17 de noviembre de 2013

Si encontrase las palabras...

Un día más me acuesto con una sonrisa, con el sonido de tu voz susurrandome al oído, el calor de tus abrazos... La sensación de que nada puede ir mal, si tú estás conmigo...
Da igual cuantas veces me pierda, siempre consigues que encuentre el camino de vuelta...
Todas las tristezas, los enfados, los agobios... pierden sentido cuando te miro y me doy cuenta de lo afortunada que soy...
"No hay una relación perfecta"... Estoy segura de que es verdad, pero si hay una persona "perfecta" para cada uno, alguien con quien te entiendes sin palabras, con quien encajas a la perfección sin necesidad de ser iguales, ni pensar siempre de la misma forma... simplemente porque tu corazón late al mismo ritmo que el suyo, porque su sonrisa es capaz de iluminar tu día, porque cuando te rodea con sus brazos todo lo demás deja de importar... Eso eres tú para mi, eso... y mucho más.
Nunca consigo encontrar las palabras, para hacerte comprender cuanto has cambiado mi vida... La forma en que me haces sonreír con solo pensar en ti... La ilusión con que espero el primer abrazo, el primer intercambio de palabras... la forma en que se ilumina mi cara, cuando te veo, cuando te recuerdo, o cuando alguien te menciona...
"Te quiero", es cierto, y además te lo digo mucho... a ti, y a quien quiera (o incluso no quiera) escucharlo... Pero es mucho más que eso... la necesidad diaria de saber cómo estás... de verte sonreír... de escucharte contarme tus cosas, y compartir contigo las mías... "Tus cosas"... hace tiempo que ya no lo veo así... de alguna forma, se han convertido, sin darme ni cuenta, en nuestras cosas... porque no hay nada que sea importante para ti, que no lo sea también para mi.
La sensación de tenerte conmigo, incluso cuando no puedo verte... La urgencia por abrazarte, por besarte...
Y es que, pasa el tiempo, y aún me tiemblan las piernas cuando te miro, cuando te escucho, cuando me acaricias la mejilla y me miras a los ojos...
Y ¿sabes?, sé que mañana, cuando me despierte y aún adormilada me acurruque entre tus brazos, por enésima vez, volveré a enamorarme...