lunes, 18 de julio de 2011

¿Inseguridad o inmadurez?


Algunas veces, cuando las cosas no son como queremos y en el momento que queremos, nos comportamos como niños caprichosos, y nos enfurruñamos.
Hace un tiempo, hablando con una amiga, en uno de esos días "inspirados" que tengo de vez en cuando :P, la dije que tendemos a generarnos expectativas, y cuando por el motivo que sea no se cumplen, nos sentimos frustrados y nos enfadamos, aunque en realidad creo que más con nosotros mismos que con las personas que nos rodean.
Yo no soy, ni por asomo, perfecta, y no diré que nunca me ha pasado, que nunca me he "encabronado" sin motivo real, sino porque las cosas no han salido como yo quería en ese momento. Es más, para ser honesta me ha pasado muchiiiiiisimas veces, porque además ahmm en ocasiones tengo un pronto...diremos que "explosivo".
Sin embargo, llega un punto, no se si es cuestión de madurez, o de seguridad en uno mismo...en que eso cambia. Consigues ver las cosas desde una perspectiva menos egoísta, menos caprichosa...aprendes a ser paciente, a tener en cuenta que las cosas no siempre dependen de uno mismo, y que frente a lo que tú quieres o necesitas, están también los deseos y necesidades de las personas que te rodean; que las circunstancias no siempre son las más apropiadas, que no todo es "controlable" ni previsible, que querer no siempre es poder...
Supongo que esas "rabietas" son producto de la inseguridad, de la falta de confianza, de pensar que si "no es hoy" no va a "ser nunca".
La verdad, es que, ahora pienso en las ocasiones en que he reaccionado de forma visceral por cosas así, y doy gracias a que la rubia no se puede poner colorada :P ¡¡que bochorno!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario