Recomponiendome

Hay cosas que, sin poder evitarlo, nos dejan tocados... y que nos generan una inseguridad que nunca antes habiamos sentido. Estoy pasando unos días... digamos "raros", y lo cierto es que lo he acusado muchisimo, en cada cosa que hago aquí dentro. Se y siento que estoy apagada, ausente, triste... No me gusta la imagen que me devuelve el "espejo" aunque ya se que en SL no hay, es una forma de hablar. "Emocionalmente" me siento desgastadisima, y no me gusta. Se que muchas veces, cuando hablo, parece que me va la vida en ello... No es eso, no se trata de que siempre quiera o necesite que las cosas sean como a mi me gustaria; no se trata de que no alcance a comprender las posturas de los demás, ni tampoco que no las respete o las acepte... y no, no salgo de SL y estoy lloriqueando por las esquinas, porque la de fuera, también tiene una vida que atender. Pero si "siento" las cosas, las buenas y las que no lo son.

Y el sentimiento que tengo dentro ahora mismo, me lastima. No es culpa de nadie, es un sentimiento mio, sólo mio. Yo soy como soy, y siento las cosas de la forma que lo hago... pero lo cierto es que hoy, me siento "tocada", muy tocada.

Tengo que empezar a recomponerme, y no por nadie, sino por mi. Creo que es el momento de que Zipi tome el aire en Ka'Zahr; de que illar saque a pasear a Claudia; de quemar cosas con Ivi; de mañanas de compras con la mocosa y de charlas interminables con mis papis... SL gira, el mundo gira...y se detendrá donde tenga que hacerlo... dejemos que el tiempo diga qué tiene que ser y que no... Yo no puedo esforzarme más, me he sentido como David luchando contra Goliat...y ahora necesito...simplemente...ser yo con lo bueno y malo que hay en mi, y que cada quien decida libremente... yo no puedo, y es que además no quiero...convencer a nadie de nada... porque en el camino, en ese esfuerzo me estoy perdiendo yo... Hoy, recupero el texto que dio vida a éste blog "Cuando ante tí se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga; aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve."
Hoy, me paro aquí y sin esperar nada, veremos donde me lleva el camino.