Supongo que el que más y el que menos todos tenemos "pequeñas" manías, o no tan pequeñas...Cosas que forman parte de nosotros, que encontramos normales y cuando los demás las notan o tienen que vivirlas nos miran como si estuviésemos completamente locos.
Yo tengo mil de esas "costumbres repelentes"... no soporto ver levantado el pomo de la puerta de un armario...parece que algo me pincha para que me levante a colocarlo. NO soy un ser sociable hasta que me he tomado el primer café de la mañana, hasta el punto de que mientras, me comunico mediante "ruiditos" que intentan ser monosílabos.
No soy capaz de ducharme con agua fría, por más calor que haga, el agua de la ducha siempre está caliente; tanto que cuando salgo y me miro en el espejo he pasado de mi habitual color blanco a un bonito "rojo incandescente".
No me gusta tomar el café en taza, sino en vaso.
Odio mancharme las manos comiendo cualquier cosa (no veáis que jodido es comer un hamburguesa fuera de casa xddd), salgo disparada al baño como si me persiguiese el diablo.
Duermo enredada con la almohada, me da igual si es sola o acompañada, pero me abrazo a ella como si no la fuese a volver a ver; y tengo que sacar siempre un pie fuera de las sabanas y enroscarlo en ellas (no, no me he caído nunca...pero estoy segura que todo llegará :P).
Cocino SOLA, lo cual implica...rebufar si alguien invade mi espacio en ese momento; un muy posible ¿no estarías mejor en....?...y en caso de que no funcione quedarme quieta observando al personal hasta que se dan por aludidos y emprenden la retirada.
No me gusta que utilicen mi colonia, y por norma general (salvo que no quede otra) la mía es la misma desde hace muchooo tiempo...suelo asociar los "olores" con las personas, o las situaciones...
Cuando estudiaba (y aún lo hago cuando tengo que memorizar algo) hablo sola, en voz alta...
Me crispa la gente que llama por teléfono sea cual sea la hora del día...siento como me crecen los cuernitos y el rabo mientras miro el cable pensando que pasará si lo corto.
Como las niñas chicas, si veo un charco no puedo resistirme...tengo que pisarlo.
No soporto tener arena en la toalla...y mucho menos convertirme en una "croqueta" hecha a base de bronceador y arena.
No me gusta dormir totalmente a oscuras, con la ventana cerrada a cal y canto y la persiana bajada...me siento como en una jaula.
No aguanto los guantes, ni siquiera en invierno...(¿será por eso que decía mi abuela que gato con guantes no caza ratones?)
Odio los sitios abarrotados de gente, en los que no puedes moverte, te empujan, te pisan...sufro una especie de mutación a demonio que puede terminar en un bramido (aún así me gusta el txupinazo de las fiestas de mi tierra...quien me entienda que me lo explique xD).
Me desespera la impuntualidad...el primer día espero y seguro que hasta con buena cara...el segundo ya la cara no es tan buena....y el tercero ya directamente ahí te quedas y que te espere Rita.
Me gusta entre poco y nada hablar por teléfono, hasta el punto que ya desde que lo cojo estoy buscando la forma "educada" de despedirme...ya si eso cuando nos veamos me lo cuentas.
ODIO encontrar pelos en la ducha...y que me cojan del moflete mientras dicen "uyyy no has cambiado nada...como te pareces a..." (y sí, tristemente, a mi edad, a las vecinas de mi yaya aún les parece gracioso).
Y así podría seguir escribiendo toda la mañana...pero entonces ya sabríais todas mis manías :P. Feliz lunes a todos!!!